En nuestro termino municipal, el primer bunker que no visitamos en esta ocasión se encuentra en la subida a Bacarot enfrente de los pabellones de la IFA. Este se encuentra semienterrado por las obras de la autovía.
Iniciamos nuestra visita en la partida de Balsares, donde acudimos a ver al auténtico Clot de Galvany, una charca de considerables dimensiones y llena de agua aun en estas fechas, donde como pudimos comprobar habían diferentes tipos de anatidas.
A continuación visitamos un búnker situado cerca del camino llamado de “los duendes” y que es prácticamente desconocido, excepto para los vecinos de la zona. Este bunker con dos torreones, controlaba el paso en la carretera de la costa que une Alicante-Cartagena.
Seguidamente nos desplazamos a la zona oficial del Clot de Galvany, donde hicimos el recorrido previsto visitando un total de 4 bunkers de diferentes tipologías, así como una trinchera en perfecto estado de conservación, que asimismo controlaba la misma vía que el anterior. Llegamos incluso a visitar el bunker más grande con diferentes torreones y que se encuentra en medio del lago, totalmente seco dada la estación.
Tras esta primera excursión, nos dirigimos al Faro de Santapola, donde además de disfrutar de las excelentes vistas de la Isla de Tabarca y la costa, iniciamos la segunda parte de nuestro recorrido histórico, visitando una serie de 2 plataformas para antiaéreos y sus correspondientes bunkers y túneles subterráneos que los enlazan, todo ello recientemente rehabilitado por el Ayuntamiento de Santapola. También observamos los restos de las edificaciones que se utilizaban para residencia de las tropas, y el deposito de agua potable,
El objeto de estas era proteger de un posible ataque aéreo el puerto de Santapola, que no llego a producirse, sin embargo tanto Alicante como Torrevieja fueron bombardeadas desde el aire durante la contienda por los aviones fascistas.
Allí dimos por finalizada la ruta, que continuaremos en otra ocasión visitando el resto de fortificaciones existentes en el puerto de Santapola, playas del Tamarit y Guardamar.
Una comida de cabasset y un baño en las calas del cabo, frente a Tabarca, fueron el epilogo de la jornada.