Desde la ermita de San Cristóbal y siguiendo un sinuoso sendero botánico salpicado de fuentes y lleno de una abundante y variada vegetación y fauna fuimos subiendo durante varios kilómetros por empinadas escaleras de piedra y estrechos caminos hacia las nubes que cubrían las alturas de esta zona,ya a mil metros de altura nos sumergimos en las nubes que creaban un paisaje singular,desdibujando la silueta del Mas de Llopis e impidiendo ver más allá de 25 metros por delante.
Tras varias horas de dura ascensión lleguemos hasta la cima,bastante concurrida de gente a pesar del tiempo que hacía en estas alturas y después de un pequeño descanso comencemos a descender por el mismo camino hacia la ermita donde habíamos dejado los coches,parando en algunas zonas habilitadas para descansar y comer y entretenernos con las acrobacias de numerosas ardillas que saltaban de árbol en árbol y reponer agua en las numerosas fuentes que existen.
En breve volveremos a salir por las montañas de nuestra provincia,realizando rutas por las diferentes sierras de Alicante.
